Mientras tú dices el ‘sí quiero’ yo me encargo del reportaje fotográfico de tu boda, desde el momento de tus preparaciones hasta la celebración. Recogiendo cada instante de un día muy especial, posiblemente el más importante de tu vida. No existen dos bodas iguales, por eso trato cada reportaje de una manera personalizada, sabiendo de antemano aquello que te gusta y esperas del reportaje de tu boda. El resultado final es un albúm único y personalizado en el que los novios habéis elegido las mejores instantáneas entre 400 emotivas fotos, que recogen los mejores momentos del día entre gestos, sonrisas, miradas . . . todo ello dentro del más cuidado estilo, espontáneo y fotoperiodístico. . . . Nos avalan más de veinte años de experiencia puestos al servicio de la fotografía y reportaje social. . . . . ¿te quieres casar conmigo?

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Ya se me ha olvidado cuando empecé a hacer fotos, no sé, tendría catorce años cuando compré con mis ahorros mi primera cámara, fue en una droguería. Sí, lo habéis leído bien, en una droguería, junto a los estantes de detergentes, lejías, jabones etc., había una sección de fotografía. Creo recordar que me costó unas doce mil de las pesetas de antes y llegué a un acuerdo con el droguero para pagársela a plazos, se trataba de una máquina de la marca Konica, modelo Autoreflex TC, lo sé porque aún la conservo. Fue la primera máquina de fotos SLR de exposición automática de 35 mm con obturador plano focal. Lo de ‘auto’ era un decir porque todo era manual, el enfoque, la selección de la velocidad en una ruedecilla, etc. y por supuesto de carrete. Aquella máquina no tenía posibilidad de seleccionar el ISO, dicha opción dependía del carrete que compraras. Recuerdo que había de 100 , 200, 400 ASA, al menos era los que yo utilizaba según las condiciones de luz en las que manejaba la foto. ¡Estaba encantado con aquella cámara!

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