EL REPORTAJE DE TU BODA
Son muchas, cada vez más, las parejas que amplían su reportaje de boda añadiendo lo que se conoce como la PREBODA, unos días antes del gran día.
Desde mi punto de vista es un reportaje imprescindible. Además de ser un día relajado, a diferencia del día de la boda, la PREBODA servirá para mostrar vuestro lado más natural y relajado del reportaje, además, servirá para tener un primer contacto con la cámara y el fotógrafo, que sin duda quitará tensión y dará más confianza para el reportaje final. Además, alguna de esas fotos pueden ser utilizadas posteriormente en las tarjetas de invitación de vuestra ceremonia.
El reportaje de PREBODA debe hacerse al aire libre, especialmente en sitios o entornos con cierto encanto, bien sean urbanos o en la naturaleza. Sitios que os digan algo especial a los novios o bien estudiar algún sitio bonito en el que os gustaría ser fotografiados. El vestuario debe ser desenfadado y lo más natural o espontaneo posible, ya habrá lugar para los formalismos el día de la boda. En este reportaje hay una interacción más natural y estrecha entre el fotógrafo y la pareja, creando un vínculo de confianza que sin duda resultará muy beneficioso para el día de la boda.
EL DÍA ‘D’
Por fin ha llegado el día ‘D’, la suerte está echada. Un día que ha estado precedido de muchos preparativos y horas de dedicación para que todo salga a la perfección. Sin duda el día estará lleno de muchos y continuados momentos importantes que deben quedar reflejados en un buen reportaje, bien sea fotográfico, de video, o ambos casos.
El reportaje empieza en casa del novio y de la novia, con todos los preparativos. Aquí el buen fotógrafo apenas se hace notar, es un ‘paparachi’. Sigue las continuas escenas que sin duda aportarán simpáticas instantáneas al reportaje como el traje colgado en alguna percha, zapatos, maquillaje, el ir y venir de los familiares. Y antes de salir para la iglesia, algunas fotos familiares, damas de honor. Por lo general los novios andan tan ocupados y con los consiguientes nervios que poco reparan en estos detalles y tan solo cuando ven posteriormente el reportaje se asombran felizmente de todos estos detalles. . . .
LA IGLESIA o JUZGADO
El fotógrafo llega antes que los novios, a la iglesia o juzgado de la ceremonia, para seguir con su trabajo recogiendo las fotos de la gente que va llegando y como no la del novio esperando a la novia. Es todo un ritual. A partir del momento que llega la novia el ‘clic’ de la cámara del fotógrafo no para. Es un disparar continuo intentando que nada se escape. La entrada en la iglesia o juzgado, la decoración, familiares, los invitados y por supuesto toda la ceremonia que confirmará el ‘sí quiero’ de los novios. Después las clásicas fotos de los novios con sus familiares y por último esas fotos a la salida, donde ya salen como marido y mujer, con escenas muy alegres y de felicitación por parte de todos los presentes.
EL BANQUETE
El instante en que los novios cortan la tarta es un clásico de cualquier reportaje que se precie.
El nuevo matrimonio ya está casado, ahora viene la celebración. Esta parte del reportaje comienza con las fotos de los novios llegando al local de celebración. Siguen las celebraciones y la cena o la comida suele estar precedida por un cóctel que da lugar a gran cantidad de fotos. Todos quieren posar con los novios. Aquí las fotos también deben recoger el lugar y su decoración, que sin duda estarán a la altura del celebrado evento. . . . Llega la hora de ocupar las mesas, es el momento de los brindis y de la cena junto con los discursos. Mientras todo transcurre con algo más de calma, el fotógrafo sigue con su trabajo recogiendo instantáneas de las distintas mesas con sus comensales, solos o posando con los novios. Un bonito recuerdo.
El instante en que los novios cortan la tarta es un clásico de cualquier reportaje que se precie. Sin duda es la ocasión especial en el que los novios acaparan todo el protagonismo del evento. Poco después llega el que posiblemente sea el momento más divertido y distendido del día. ¡El baile! Los novios y los padrinos suelen abrir por tradición el tan esperado evento, generalmente con un vals. A partir de aquí todo es ya mucho más distendido y festivo, se brinda, se baila, y se disfruta de la fiesta. Desde luego temática no falta para seguir recogiendo fotos, sin duda de las más simpáticas de la jornada. Muchos son los novios que eligen para este último acto lo que se conoce como ‘photocall’, un espacio creado para que los distintos invitados se hagan fotos de recuerdo. Aquí la imaginación tiene un papel muy importante.